Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

domingo, 30 de diciembre de 2012

THÉORIE DE L'AMOUR

Tengo una teoría; nos enamoramos de la persona cuyo corazón palpita al mismo ritmo que palpita el nuestro, laten a la vez; de tal manera que si uno acelera, el otro también, y si uno deja de latir, los latidos del otro dejan de tener sentido.
Pero es solo una teoría, ¿o es más que eso?¿Acaso pueden dos corazones que laten a la par encontrarse? El mundo es muy grande para mi teoría, pero sin embargo nos enamoramos. ¿Por qué?¿Existiría la vida sin amor?
Nuestros corazones laten para mantenernos vivos y cuando dos vidas se cruzan, todo cambia, nuestros corazones parecen latir para otra persona, parecen latir por amor.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Aprendemos a fallar y fallamos para aprender.


Desafortunadamente casi todo lo aprendemos con el tiempo o cometiendo errores.
Aprendemos la diferencia de pedir perdón a perdonar, de querer a ser querido, aprendemos que olvidamos y recordamos, que echamos de menos, aprendemos el valor y a valorar.
Aprendemos que recogemos lo que sembramos,  que las palabras que decimos en nuestros momentos de enfado siguen hiriendo con el tiempo, aprendemos a recapacitar. Aprendemos que plantar un árbol es creer en el mañana y talarlo es una forma egoísta de creer en el presente; aprendemos que la distancia no es nada, que el sol está lejos y aún así quema.
Aprendemos a caminar, a que los problemas no se solucionan aplazándolos, que hemos de tomar nuestras propias decisiones y hacernos responsables de nuestros actos, aprendemos a confiar en nosotros mismos, a mirar atrás. Aprendemos que nuestras ilusiones se pueden romper como un débil cristal y  que nuestros sueños forman parte de nosotros, que no debemos esperar que algo pase sino  hacer que pase.
Aprendemos a aceptar derrotas y a ganar honestamente, aprendemos del dolor de las despedidas y del calor de las bienvenidas. Aprendemos que la perfección no existe, aprendemos a admirar, a sentir. Aprendemos que las promesas no siempre se cumplen y que una lágrima no siempre significa lo mismo.
Aprendemos a vencer nuestros miedos, romper nuestros obstáculos, aprendemos a alcanzar metas y superar nuestros límites; aprendemos que el reloj no se detiene, que el tiempo es más rápido que nuestros latidos, aprendemos a apartar nuestro orgullo, a lanzarnos, a que es mejor arrepentirse de lo que has hecho que no de lo que no has hecho. Aprendemos a que cada vez que dejamos pasar una oportunidad hemos perdido algo realmente valioso, aprendemos que nada es más importante que las personas.
Aprendemos que sólo hay una forma de aprender a vivir, y es viviendo.


viernes, 16 de noviembre de 2012

Mr. MAGORIUM


Cuando el rey Lear muere en el quinto acto ¿sabes cómo lo expresó Shakespeare? Escribió: muere. Eso es todo, nada más. Sin fanfarrias, sin metáforas, sin brillantes palabras finales. Así que la culminación de la obra de literatura dramática más influyente es “muere”. Tuvo que ser Shakespeare un genio para expresar “muere”. Sin embargo, cada vez que leo esa palabra, me invade un infinito sentimiento de tristeza. Ya sé que es natural sentirse triste, pero no por la palabra muere, sino por la vida que hemos visto antes de esa palabra. 
He vivido mis cinco actos, no te pido que te alegres de que me tenga que ir, sólo te pido que pases página, que continúes leyendo. Y des paso a la siguiente historia. 
Y si alguien pregunta alguna vez qué ha sido de mí, cuéntale mi vida en todo su esplendor, y acaba con un sencillo y modesto “murió”.


DEAR 16 YEAR OLD ME.


lunes, 29 de octubre de 2012

Las hojas del otoño.

Las gotas de lluvia resbalaban por las pocas hojas que quedaban en aquellos grandiosos árboles, el resto cubría el suelo de diferentes tonalidades marrones y crujían cada vez que ella daba un paso. El viento soplaba con suavidad y acariciaba cuidadosamente su rostro, el cielo había perdido su azul para teñirse de gris y el sol se dejaba ver con timidez.
Una vez llegó al séptimo banco del camino de la arboleda, paró, echo un vistazo a su alrededor y esperó hasta que llegó él.

-Hola-dijo él con una breve pero cálida sonrisa.
-Hola-exhaló ella, como en un suspiro.

Él sacó un papel de su bolsillo, ella una pequeña libreta. Habían acordado escribir los pros y los contras de su relación, por qué debían o no seguir juntos.

-¿Empiezas tú?-dijo él sin dudar ni un segundo.
-Contras...tú vives fuera-le miró esperando respuesta- apenas nos vemos...
-¿Alguno más?
-Todo es difícil.
-¿Difícil?
-Soy madre soltera y a ti -añadió desconcertada- ni siquiera parece importarte.

Él, que la miraba de una manera que a ella la sobrecogía, sonrió.

-Contras-abrió su papel, permaneció en silencio mientras miraba aquella hoja, después la miró a ella- creo que por muchos contras que pudiese haber nunca serán suficientes para vencer al único pro que realmente importa. ¿Me quieres?

Como respuesta ella arrancó la hoja de la libreta de la que estaba leyendo, la dio la vuelta mostrandole el lado que supuestamente estaba escrito, ninguna letra aparecía reflejada en la hoja, sólo había un corazón dibujado en el centro. Y, mientas él sonreía, dio también la vuelta a su folio, estaba en blanco.

-Te quiero-dijo él.
-No te vayas nunca-susurró ella.



sábado, 29 de septiembre de 2012

Cicatrices.

El otro día me caí entrenando a balonmano, apenas me dolió, pero al seguir corriendo me percaté de que estaba sangrando considerablemente, lavé la herida pero no cesó. Cuando terminé el entrenamiento fui a encontrarme con mis amigos, me acompañaron a casa a dejar la bicicleta y la bolsa de deporte, por la hora que era no me entretuve en ducharme y arreglarme, pues sólo me quedaba una hora para estar con ellos y desde que vamos a institutos diferentes a muchos de ellos sólo les veo esa hora a la semana. No os entretengo más y voy a lo esencial de este relato, mis amigos se dieron cuenta de mi herida y dijeron "una más" mientras observaban las cicatrices que en ese momento estaban visibles, "pequeños percances" añadí yo mientras recordaba mentalmente la historia de cada una de mis cicatrices. 

Todo el mundo tiene cicatrices, y cada cicatriz tiene su historia, las cicatrices hablan de las personas, mucha gente las oculta, yo misma las oculto, una en particular, pero es demasiado visible y siempre me preguntan por ella, así que deje de verlo como algo malo y comencé a mirar  mis cicatrices como si fueran un poquito de mi, ya que forman parte de mí. Ahora creo que toda cicatriz es bella, no hay dos iguales, todos tenemos una en común, el ombligo, pero en cada uno de nosotros es diferente; ni siquiera pensamos en el ombligo como una cicatriz. 
Las cicatrices son importantes en la vida de las personas, algunas les recuerdan que están vivos y podrían no estarlo, otras simbolizan su lucha contra una enfermedad...por eso ya no me preocupa el número de cicatrices que tenga, al fin y al cabo, muchas de esas cicatrices son de las que con el paso del tiempo desaparecen, sin dejar huella, como si nunca hubiesen estado ahí. 

Cuando me he referido a esas cicatrices lo he hecho porque hay otro tipo de heridas que muchas veces no se curan y si alguna vez se curan, cicatrizan, pero esas cicatrices no se borran, permanecen y no son como las otras cicatrices que sólo duelen cuando se hizo la herida, estas cicatrices duelen cuando se hizo la herida, cuando se cerró y cada momento en el que se recuerdan, son las cicatrices del corazón y aunque no las podamos ver, siempre están ahí, y quizás digan más de las personas que las cicatrices que podemos ver a simple vista.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Forget it...

El grupo de amigos había quedado para comer, sin embargo este encuentro para Julia y Daniel iba a resultar incómodo. Se quisieron mucho, pero casi siempre discutían, para unos eran la pareja perfecta, para otros era un relación sin futuro. No se entendían, tenían horarios diferentes y apenas se veían, por ello hacía apenas unos meses que habían dejado su amor atrás para vivir por separado.
Julia entró, él,  ya la estaba esperando, no evitaron la miradas, ambos sonrieron.

-No sabía que me esperabas- dijo Julia abrazándole.
-Te vi a lo lejos.-¿A lo lejos?
-Supongo que no es mala idea que entremos juntos.
-Claro que no.

El camarero les atendió amablemente y antes de ir a la mesa donde estaba todos Daniel la detuvo.

-¿Qué nos pasó?
-Daniel, lo nuestro acabó.
-¿Y ya está?
-No voy a buscar una escusa convincente de por qué todo terminó, porque creo que no hay escusas para que una relación termine, simplemente depende de la personas, dependía de ti y de mí, Daniel. Y yo no podía seguir.
-¿Por qué era algo sin futuro?
-Entonces al menos lo  habría intentado, pero deje de quererte de la misma manera que comencé a hacerlo.
-Y con la misma facilidad.
-Me costó más admitir que ya no te quería que admitir que estaba enamorada de ti.

Permanecieron inmóviles, mirándose.

-¿Pero por qué terminó?- dijo acariciándola.
-Porque- añadió ella apartándole de forma amistosa la mano- porque yo quise que terminara.

viernes, 24 de agosto de 2012

La mayoría de las veces, cuando te planteas hacer una cosa, primero lo haces con entusiasmo, luego poco a poco te desanimas y al final, te quedas a medias. Pero el querer algo es como plantar una flor, no crece de la noche a la mañana, primero la plantas, la riegas tanto como cantidad de agua necesite, poco a poco la planta va creciendo hasta que se convierte en flor. Los resultados no vienen de golpe, en el instante, vienen poco a poco, siendo constantes y manteniendo el entusiasmo.

martes, 24 de julio de 2012

Cuando ella le dejó

Marco era un chico de mirada profunda y voz tranquila, se le podía definir como un chico callado, pero aquel día todo era diferente, quería decir tanto pero apenas podía hablar. Ella ya no le quería y ambos se retiraron de intentar lo imposible.
Ya habían pasado muchos días, pero no tanto como los que llevaban saliendo y según la regla de su amigo David, para olvidar algo tiene que pasar el mismo tiempo que estuvo con ese algo...así que, hasta que no pasasen los nueve meses que habían estado juntos, Marco no la olvidaría por completo...pero teniendo en cuenta que David siempre proponía esa regla para todo (las chicas, la play, el tabaco, manías y costumbres...) cada vez era menos posible que alguien se fiara de ello.

-Dicen que si duele todavía te importa -dijo David.
-Entonces me inyectaré morfina para olvidarla.
-La morfina calma el dolor pero el problema sigue existiendo...ojalá supiese cómo dejar de querer a alguien para decírtelo.
-Sabes que me basta con que me escuches -le hubiese gustado saber cómo dejar de querer a alguien pero necesitaba que su amigo supiera que su apoyo era de lo más grande.
-Cierra los ojos -dijo David, tratando de ayudarle-¿Qué ves?
-A ella.
-Pues haz todo lo posible por verte a ti, borra todos sus mensajes, deja de sonreír cuando veas sus fotos, haz que sea una chica más y no la chica que ocupa tu corazón, pero no te olvides que una vez le ocupó...y que puede volver a hacerlo.

lunes, 23 de julio de 2012

Pido por las mujeres más fuertes que he conocido

Pido por las mujeres más fuertes que he conocido,
para que su sufrimiento se convierta en alegría;
para que los días de sol sean para apreciar sus bellas sonrisas;
para que sus ojos sólo lloren cuando estén secos;
y para que, en las noches de tormenta,
las nubes sean su manto y la lluvia sacie su sed.
Pido por ellas para que la quimio les haga más fuertes ;
para que los abogados no sean tan duros;
para que su camino no sea en vano,
y para que los problemas tengan soluciones más claras.
Pido por ellas para que no les falte el sustento,
ni el calor de los abrazos;
para que se despierten con amaneceres preciosos,
para que haya un rayo de sol en cada uno de sus días.
Para que las estrellas cumplan sus sueños,
para que no se pierdan;
para que sanen sus heridas;
para que el tiempo sea su guardaespaldas
y también el silencio les proteja.
Pido por las mujeres más fuertes que he conocido,
para que les acompañe la suerte
y para que sepan que mi hombro sigue siendo su almohada.

domingo, 22 de julio de 2012

EN UN CUENTO SIN FIN

Allí estaba él, pegado al telefonillo esperando a que su chica respondiese. Con sus gafas estilo wayfarer, su pantalón vaquero corto a la altura de la rodilla y su camiseta hard-rock de aquella vez que visitó Roma. Llevaba unas vans mal atadas y su gorra de los New York Yankiees azul, le encantaba ese color.

-¿Si?-contestó ella, parecía impaciente.
-Telefonillo, telefonillo, ¿quién es la chica más guapa del mundo?...Te llamaría princesa pero no soy un principe azul y tampoco he podido traerte la carroza, la están preparando para que este a tu altura, que alcance al menos la mitad de tu belleza...¿Bajas?
-Vale mi Shrek, te llamaría principe si no odiases tanto ese tipo de historias.
-No las odio -sonrió- sólo que no hay ninguna que se compare a la nuestra, esta es mi favorita.
-Me encantas.
-Pues querida cenicienta, te juro que no te he lanzado ningún hechizo -respiró profundo- ya que tampoco soy ningún "hado madrino" , aunque me encantaría concederte todos tus deseos.
-Ahora bajo gentleman.
-Por educación te diría que no tengas prisa Rapuncel, pero es que prefiero que estés cerca, aquí conmigo.

Y ella bajó y le sonrió como si se lo hubiese dicho todo con un simple gesto, como si sólo fuese necesario una sonrisa y nada más.

-Hola príncipe encantador, le informo que a las doce me tiene que dejar en casa.
-Venga ya...-la agarró y la acercó hasta él.
-En punto -dijo a la vez que le acarició ligeramente la nariz.
-Tranquila, que mañana estaré aquí con la escusa del zapatito de cristal.
-Si yo pusiera mi horario contigo pondría la hora de empiece, pero no el final -dijo mientras él abarcaba su cintura con sus brazos.
-Porque lo nuestro no tiene final, ¿ves? no es como esos cuentos, no acaba nunca Blancanieves...nunca.

Y como en todo cuento, llegó el beso...pero no el final.

Cartel de Ignasi Aballí editado para hacer referencia al relato.

martes, 26 de junio de 2012

No soy nadie sin ella

Dila por Dios que me espere
que no soy nadie sin ella
que mi coraón se muere 
en una profunda huella.

Que cada estrella es su imagen
y cada luz su mirada
y que mi respiración
sin ella no vale nada.

Tus labios medio resecos
como una triste balada,
tu cabeza reposabas
en una almohada mojada.

Yo apretaba tus manos
y llorando te miraba
y volvía a decir a Dios:
yo sin ella no soy nada.

Fernando Gutiérrez Nieto.

lunes, 18 de junio de 2012

El amor no entiende de costumbres.

Él salió como cada noche de fin de semana, pidió un par de copas con sus amigos en el pub de la esquina, hasta que entró ella, le miró brevemente, aparentando no querer encontrarsele, pero era lo que ella más deseaba. Pidió en la barra, y mientras lo hacía él se acercó para decirla:

-Sólo me queda el sonido de las bolas de billar, chocando unas con oras cuando juego una partida en mi casa solitaria...te echo de menos.
 
-¿Tú crees? -cogió su copa- Yo creo que no me echas de menos -bebió un sorbo- simplemente no quieres estar solo -él agachó la mirada- ¿o hay algo más?

-Te echo de menos porque..-en ese momento parecía como si él se hubiese rendido, como si la conversación ya hubiese terminado-..te echo de menos porque...-un último impulso le llevo a seguir-..porque eras tú la que me ganaba al billar, dormimos mil noches en esa mesa, a ti te encantaba. Es tan duro ese silencio, antes era un silencio precioso, los dos solos, yo te miraba , tú sonreías. Te acariciaba mientras dormías y apartaba el pelo de tu cara, tú siempre te tapabas aquella cicatriz con el pelo -la apartó el pelo de la cara con la misma dulzura de siempre dejando descubierta su cicatriz- pero a mi es cicatriz me volvía..me vuelve loco; porque te la hiciste el día en que nos conocimos, ¿recuerdas?, te acompañé al hospital y el destino quiso que nos volviésemos a encontrar en una librería. Me gustaba tanto cando leías en alto, siempre te temblaba la voz cuando leías para mí, -ella asintió- te ponías muy nerviosa cuando me acercaba. Creo que nunca te acostumbraste a mí.

-Es que nunca me acostumbré a ti, porque no quería hacerlo, nunca me acostumbre a tí porque cada día me sorprendías con el primero, nunca me acostumbre a ti porque me encantaba cada milímetro tuyo. Jamás me podría acostumbrar a ti porque amar no es una costumbre, porque no te acostumbras a amar, no, llega y ya está, conoces a una persona y la llegas a querer hasta tal punto, es inexplicable . Pero no te acostumbras a esa persona, el amor no entiende de costumbres, simplemente la quieres, y cada segundo a su lado es especial. Cuando de verdad amas a alguien, le sigues mirando como el primer día, le sigues deseando, cuando de verdad amas a alguien te das cuenta de ello, porque todo cambia, y cuando te conocí todo cambió.

-Te quiero.

-Jamás he sabido responder a un te quiero.

-¿Por eso siempre me besabas?

-Sí -dijo ella mientras reía.

-Pues era la mejor respuesta...te quiero.

Y ella respondió.

jueves, 14 de junio de 2012

Puntos cardinales de la vida.

1. Recuerda que todo termina solucionándose.
2. No te preocupes de más por cosas sin importancia.
3. No te tomes la justicia por tu mano.
4. No te alteres y no actúes sin haber pensado y recapacitado previamente.
5. Tú eres responsable de tus actos, se honesto.
6. No hagas lo que no quieres que te hagan a ti.
7. Se respetuoso y educado aunque no te respondan igual.
8. No te rebajes, pues no hay necesidad de hacerlo.
9. Tu buena disposición anímica encantará a tu entorno.
10. Dale la importancia que de verdad requiere para ti.
11. No te confíes demasiado, todo a su tiempo.
12. Cuánto más cariño tienes a alguien más grande es la decepción, procura evitar demasiadas decepciones.
13. No estás exento del daño y del dolor, no necesitas un escudo pero si tener cuidado.
14. Siempre hay alguien que te va a apoyar, otra cosa es que todavía no sepas quién es.
15. No dejes que el resto del mundo dependa en todo de ti, tú también necesitas tu espacio.
16. No seas orgulloso, si necesitas ayuda sólo tienes que pedirla.
17. No des alas a la injusticia.
18. Que no se note que estás, sino que se note cuando no estés.
19. Sé fuerte.
20. Tiempo al tiempo.
21. Controla tu carácter y tu actitud.
22. Tienes los mismos derechos y deberes que el resto de personas.
23. No te lleves demasiados malos ratos, hay personas que no se han ganado que lo hagas.
24. Sé precavido, escucha, a veces es mejor una última palabra que una parrafada.
25. Deja que te aconsejen pero no que te controlen.
26. Ten el volante en las manos y el acelerador bajo el pie pero no te olvides nunca del freno.
27. Todos los problemas tienen varias soluciones.
28. Mira las cosas desde varias perspectivas.
29. De la naturaleza humana dependen las relaciones difíciles, pero también las increíbles.
30. Confía en tu verdad, pero ábrete a otras verdades.

Hice estos 30 puntos porque tenía necesidad de establecer una especie de esquema a la que poder recurrir siempre y de alguna manera otras personas también puedan hacerlo. Espero seguir añadiendo puntos, siempre es bienvenida vuestra ayuda y opinión. Aún no tengo un título claro así que de momento les llamo puntos cardinales de la vida, porque son básicamente una orientación.
Gracias.

viernes, 1 de junio de 2012

Pequeña Einstein.

-Tengo una teoría, no es muy buena, puede que si...o tal vez...ni siquiera lo sé...Creo que me estoy enamorando de ti.

-¿Esa es tu teoría?

-Sí, pero creeme que ni Einstein sería capaz de entender lo que siento por ti, no me entiendo ni yo mismo-añadió en un tono más bajo.

-¿Amor? -preguntó ella sin ni siquiera esperar respuesta.

-¿Es así como llaman al hecho de mirar a una persona y que tu respiración se acelere, que la velocidad de tus latidos aumente? ¿Es así como llaman al hecho de exhalar un te quiero cuando pienso en ti, en conocer todos tus tipos de sonrisas, a que me encanten todos tus tipos de miradas, saber al pie de la letra tus gestos y temer acercarme a ti por si esto va a más?

-Es así como lo llaman- respondió ella a la vez que asentía con la cabeza- con una sola palabra, cuatro letras, aunque sea más...mucho más -hizo una pausa y añadió con seguridad- Yo también tengo una teoría, y es que el corazón no nace acostumbrado a los latigazos, y esto, esto -recalcó- no lo hace con el tiempo, lo hace con las personas; pero si no te arriesgas a ese latigazo...a veces...pierdes.

-Buena teoría pequeña Einstein, creo que me voy a arriesgar.


lunes, 28 de mayo de 2012

TE PROPONGO UN TRATO

Te propongo un trato:
si te pierdes, te encontraré;
si estás sediento, saciaré tu sed:
si tienes miedo, te protegeré.
si no puedes dormir, te acompañaré en la noche.
Si te hieres, prometo curarte;
si lloras, secaré tus lágrimas:
si te confundes, te ayudaré;
porque juntos, remediaremos tu error.
Si te tropiezas, te sujetaré:
pero si te caes, entonces te levantaré.
Si estás triste, juro que te haré sonreír;
y te pido que no sufras.
Estaré contigo siempre que me lo pidas.
caminaré a tu lado.
velaré por tus sueños
y protegeré tus pasos.
Te propongo un trato:
Hacer eso cada día,
simplemente a cambio de que estés a mi lado.

miércoles, 9 de mayo de 2012

¡HAPPY BIRTHDAY FOR ME!


Espero que estos dieciséis estén cargados de sonrisas y de días a vuestro lado.
Gracias por visitar mi blog y leer mis pequeños relatos, cada una de mis historias, las cuales no serían lo mismo sin vosotros, cada una de vuestras visitas es muy importante para mí.
Mucha suerte y cuidaros.

domingo, 6 de mayo de 2012

Mamás

"Querida, increíble, agradable, sorprendente, excepcional, asombrosa, admirable, fascinante, sensacional, hermosa, estupenda, extraordinaria, conmovedora, valiosa, prudente, espléndida, magnífica, maravillosa, isuperable, radiante, afectuosa, preocupada, fundamental, vital, enorme, mágica, única mamá:
Te quiero."

Mamás, hoy os felicitamos por todas vuestras noches sin dormir, por esperarnos despiertas hasta que llegamos a casa, por arroparnos en las noches de invierno, por vuestras magníficas croquetas, palabra que tanto os costó enseñarnos a pronunciar bien, os felicitamos por vuestros experimentos en la cocina y esas tortillas de patata que tanto nos gustan; por vuestra paciencia, por vuestras palabras, por cada uno de vuestros abrazos, por vuestro consuelo cuando algo va mal y por vuestra sonrisa. Os felicitamos por vuestros regaños que de tanto nos han servido, por ser nuestras más grandes seguidoras, por escucharnos, por haceros las sorprendidas e ilusionadas con los regalos hechos por nosotros mismos en infantil y primaria, por ser nuestras médicos personales, por bajarnos la fiebre y quitarnos el catarro. Os felicitamos por esos kilitos de más, de los que siempre os estáis quejando pero que a nadie le quedan tan bien como a vosotras, por estar tan fabulosas con esas arrugas, que de muchas seguramente seamos los causantes y nos declaramos culpables de vuestras canas producidas por los disgustos que os damos. Os felicitamos por lavar la ropa en tiempo record cuando necesitamos alguna prenda, aunque nunca os lo hayamos dicho nos encanta el suavizante que utilizáis, os felicitamos por lo bien que huele la casa al entrar, por preocuparos por nosotros cada segundo, por mandarnos estudiar una y otra vez, llamarnos mil veces a cenar y cuando bajamos a la mil y una calentarnos la cena porque se ha quedado fría. Os felicitamos por no ponernos Mozart cuando eramos pequeños, es nuestra escusa perfecta cuando un tema de matemáticas se nos da mal, uno o...todos, os felicitamos por vuestras advertencias y por vuestros besos de buenas noches. 
Gracias por todo.

lunes, 30 de abril de 2012

Enamorarse es bipolar


Hay momentos en los que te olvidas completamente de quién eres, momentos en los que te tiemblan las manos, momentos en los que preferirías irte muy lejos, y momentos de arrepentimiento. También hay momentos en los que te cuesta hablar, momentos en los que tienes miedo, en los que fallas, en los que sientes rabia, momentos emocionantes, apasionados, melancólicos, increíbles, momentos impactantes, peculiares, sorprendentes, curiosos, anhelados, momentos olvidados, y otros más bien, momentos caprichosos; momentos en los que ríes y momentos en los que lloras. Pero sobre todo hay momentos que te cortan la respiración, que te impiden tomar aire, hay momentos en los que te enamoras y, enamorarse, es el momento más bonito y detestable de nuestra vida, enamorarse es bipolar.

jueves, 26 de abril de 2012

Tres minutos y veinticuatro segundos

Simplemente le vio y corrió hacia él, tardaron menos de un minuto en hablar, pero él, tardaría mucho más en olvidar sus palabras. Él fue el que dio el primer paso en la relación, pero también fue el que la finalizó, le preocupaba que ella estuviese mal, y ella, lo sabía. Difícil, era muy difícil, por ello, decidió correr hasta él.

-Hola..no te voy a molestar demasiado, es más, casi prefiero pasar el menor tiempo posible contigo, porque todo será más fácil. Sólo hizo falta una canción para enamorame de ti, exactamente tres minutos y veinticuatro segundos... entonces me pregunté cuántas canciones eran necesarias para olvidarte, y poco más tarde me dí cuenta de que cada canción me recordaba a ti y, así no se puede olvidar. Pero sé que voy a hacerlo- respiró profundamente mostrando gran optimismo- sé que voy a olvidarte, antes o después, pero lo haré, no temas, yo voy a estar bien. Estoy segura de que en un futuro volveremos a ser dos desconocidos.

Y sin decir nada más y con una sonrisa sincera se fue, se volvió varias veces sin perder la sonrisa y él, inmóvil, sin apenas haber balbuceado palabra alguna no pudo evitar sonreirla y pensar que no era ella quién le había perdido a él, sino era él quien la había perdido a ella.

Pedazos de cristal

Y allí se postraban los pequeños trozos de cristal, al lado de la lámpara que ya nunca volvería a dar luz, allí estaban, transparentes como el agua, afilados como una hoja de papel,tan simples y cortantes, brillantes como cualquier diamante. Pocos recuerdan vagamente aquel día en que esa luz se apagó, se golpeó contra el suelo rompiéndose en mil pedazos y así dando final a la historia que comenzó de la misma manera en la que terminó, con diminutos pedazos de cristal sobre el suelo.

lunes, 9 de abril de 2012

La vida es un ring con continuos asaltos.

Guillermo estaba sentado junto a ella, tras una de las puertas de la parte de atrás de la casa, la escuchó llorar y se acercó para estar a su lado. Durante unos minutos ninguno de los dos pronunció palabra, Guillermo varias veces respiraba profundo con intención de hablar, hasta que dijo:

-Llorar nos hace frágiles, pero todos lo somos aunque no llevemos un cartel por fuera en el que ponga "Cuidado, frágil", lo que a veces no estaría mal. Pero,en tu caso, las lágrimas te hacen hermosamente frágil...- la apartó el pelo de la cara mientras ella se limpiaba las lágrimas con la mano, entonces él la dio un pañuelo- sería estúpido preguntarte por qué lloras, porque no tienes por qué contármelo, pero sé que ahora no necesitas un consuelo, no necesitas que alguien te diga que hay cosas peores o que eso no es nada, sé que ahora necesitas a alguien que te comprenda, y creeme, puede que no sepa por qué lloras pero aún así puedo comprenderte.

Ella sonrío levemente, él continuó hablando.

- Recuerdo un pequeño diálogo de una película, de esos diálogos o frases que lees o escuchas y se te graban a fuego, prácticamente imposibles de borrar, prácticamente imposibles de olvidar...creo que era de una película de boxeadores, pero qué es la vida más que un ring con continuos asaltos, y sí, puedes tirar la toalla si lo deseas, pero no creo que rendirte sea lo más apropiado.
No importa lo fuerte que golpees a la vida sino lo fuerte que ella te pueda golpear. Y así es, te golpea fuertemente pero tu avanzas, aguantas mientras avanzas. Así es como se consiguen las cosas, aguantando los golpes, sé que es difícil, pero no dejes que los golpes te arrodillen, no dejes que te hundan, ningún golpe puede contigo, de eso estoy seguro pequeña. Y ten claro que nunca llueve eternamente, mañana todo estará bien, ya verás, te acostarás y al amanecer y abrir los ojos no quedaran marcas de esos golpes, tal vez alguna cicatriz, pero de esas que con el tiempo desaparecen...-paró de hablar y la observó- Ahora tengo la sensación de que he estropeado tu momento a solas.

-Tú nunca podrías estropearme nada Guille.


Que ella hubiese abreviado su nombre le hizo sentir más cercano.

-Prométeme que vas a estar bien, prométemelo.

-Te lo prometo-sollozó-gracias por...gracias por esto.

Él se acercó más a ella, la abrazó y la susurró al oído:

-Tú eres fuerte, y sé que vas a conseguir todo lo que quieras, tu puedes hacerlo, sonará la campana y abras derrotado a tu adversario, pero nunca pierdas esa sonrisa, es preciosa, como tú.

miércoles, 4 de abril de 2012

Buzón de voz

Llegó a casa algo cansada del trabajo, colgó sus cosas y se lanzó sobre la cama, apreció como parpadeaba la luz roja del contestador de su teléfono fijo.

"Tiene tres mensajes nuevos, el primero recibido hoy a las diez y cuarto de la mañana"

-Odio esa bocecita- dijo mientras esperaba que ninguno de esos mensajes de voz fuesen para quedar esa noche.

"Hola Raquel, no se te olvide venir a comer el domingo a casa.Tu hermano trae el vino así que podrías traer algún licor para después del postre, sabes que a papá le encanta. Te esperamos, un beso, te quiero."

-Si mamá, vale, ya lo he entendido... a ver donde compro yo mañana una botella de licor-su tono parecía convincente de no ser por el marcado irónico.

"Siguiente mensaje recibido hoy a las tres y media de la tarde"

"Raquel, hemos quedado mañana para ir a tomar algo por la tarde, lo de todos los sábados, pero luego teníamos pensado acercarnos al nuevo restaurante que han abierto cerca de casa de Pablo...emm...llámame para saber si vienes o no. Un beso"

-Oh, no tengo ganas, al menos ahora no, quizá mañana este más activa...quizá... A ver de quién es el siguiente mensaje, igual llama mi dentista diciéndome que se me ha olvidado la consulta, eso con un poco de suerte..-y metió la cabeza debajo de la almohada,esperando el siguiente mensaje mientras barruntaba posibilidades sobre de quién seria el mensaje y para qué.

"Hola, sólo te llamaba.."

Raquel reconoció la voz enseguida, sacó la cabeza de debajo de la almohada y se acercó al teléfono.

"sólo te llamaba..para decirte que estoy agotado de quererte..."

Por un momento su corazón dejo de latir.

"...es muy cansado esto de enamorase, no estoy hecho para ello, sin embargo vas a tener que aguantarme mucho tiempo, porque aún sin fuerzas te seguiré amando. "

-Te quiero-dijo sonriendo a la vez que su corazón paralizado volvía a palpitar, ella podría aceptar comida familiar, fiesta de amigos, todo después de la semana cargada de trabajo, pero no podría aceptar que lo que ellos tenían acabase- tú eres el único que siempre terminas mis días de la mejor manera.

sábado, 31 de marzo de 2012

"Lárgate"

No estaban enfadados, puede que no se hablaran, pero no, jamás podrían enfadarse, ellos no. Ninguno de los dos sabía como actuar, no en esa situación. Coincidieron en uno de los pasillos del edificio y chocaron. Ella fue la primera en mirarle, él la miró después, ni siquiera se molestaron en fingir una sonrisa.

-Me han dicho que te vas-le dijo ella como si no la importase, como si de dos desconocidos se tratase.

-Si, es lo mejor.

-¿Te vas por que es lo mejor o te vas por que quieres?

-No sabes que ganas tengo de irme-nada más pronunciar esas palabras él ya se arrepentía.

Ella cogió aire, y como si fuese a hecharse a llorar dijo:

-Lárgarte, vete muy lejos, donde nadie pueda encontrarte. Coge el vuelo más temprano y vete, vete, porque eso es lo que quieres, que nadie sepa de ti, así que hazlo, no hay nada que te lo impida, vete, vete, vete...pero, -comenzó a tartamudear- pero, llévame contigo, porque puedes irte al lugar más escondido, al más remoto, al más alejado, pero te encontraré, te encontraré y te diré que te quiero, puedes irte, es más, hazlo, pero yo, yo iré contigo, porque no puedo...

Ella agachó la mirada y balbuceó unas pocas palabras.

-No puedo estar sin ti, nunca podría estarlo- le miró- pero eres demasiado egolatra para darte cuenta de ello.

Y se dio la vuelta, caminó, se fue. Él se quedo parado en medio del largo pasillo, ya si que no sabia como reaccionar. "Entonces vente conmigo" gritó, pero ya era demasiado tarde para que ella pudiese oírle, tuvo su oportunidad y la perdió, es más, tuvo todas las que quiso, y todas las dejo pasar.

viernes, 23 de marzo de 2012

"A lo bestia"

-¿Cómo fue?

-¿El qué?

-¿Cómo la conociste? ¿Cómo os enamorasteis? No lo entiendo.

-Como la conocí es obvio, como nos enamoramos es raro, yo sé como yo me enamoré de ella, pero no sé como ella se enamoró de mi, ¿el qué no entiendes?

-¿Por qué seguisteis y seguís adelante si sabéis que es imposible?

-Amigo mío, te lo explicaré todo. No fue un amor a primera vista, porque ya nos conocíamos, tampoco fue poco a poco, no, fue a lo bestia, un día la odio, un día la quiero, un día cuanto más lejos mejor y otro día no puedo vivir sin ella, la detestaba, pero detestaba más quererla, ahora me odio por ello, porque se que nos vamos a hacer daño, que esto no va ningún sitio, pero los dos somos conscientes y ninguno queremos zanjarlo, cuando llegue el día, llegará, y sufriremos, sí, pero te digo una cosa, no tienes ni idea de cuanto la he llegado a amar, el estar con ella ha sido como un caramelo, sí, un caramelo de tu sabor favorito, sabes que se va acabar, pero en este caso te lo quitan de la boca, puede que te fastidie, pero prefieres haberle tenido en la boca, que no haberle tenido nunca, el sabor no se va a volver a repetir, no deseas a otro caramelo igual que a ese, eso es, ella es el caramelo de mi vida.

Nuestro capitán Smith

El capitán Smith era casi perfecto y su defecto era ese mismo, porque el casi le había hecho perder a las mujeres que más quería. La primera, su mujer, a la que supo recuperar y casarse con ella. La segunda, la tercera y la cuarta son sus hijas, viviendo con su madre, tras el divorcio de ambos. La quinta, su propia madre, prefería a las nietas. Esas eran las importantes, porque si contamos las ex-novias consigue doble titulación, y es que no era un experto con las mujeres, pero tampoco hace falta serlo, ellas esperaron, él dejó el tiempo pasar, ellas se fueron y él las dejó marchar, es más, ni siquiera las pidió que volviesen. Puede que sea capitán y que este tratando de demostrar dureza, pero si entregara a su mujer los cientos de cartas que escribió desde que se divoció ella hasta ahora, cada día; si entregara a sus hijas las cajas, con sus fotos, sus dibujos y el peluche de cuando eran pequeñas; si mostrase a su madre la medalla que esta le regaló su primer día en el ejército, esa que lleva colgada al cuello y que jamás se ha quitado; si las enseñara la foto que lleva en el bolsillo del pecho en la batalla; si se lo enseñara, no es un quizás, es un estarían a su lado, porque sí, no es un experto en mujeres, pero antes que capitán es padre, hijo y por supuesto marido, lo único que hizo fue llevarse el trabajo a casa.

martes, 20 de marzo de 2012

Soldado

El capitán Smith mandó llamar al joven Roger Williams, un muchacho muy guapo, rubio, pero de ojos del color de la miel, lo que hacía su mirada más impactante. Su fortaleza física había aumentado desde que entró en el ejército, aunque también había ganado peso, pero todo era musculatura. A pesar de ello, no era un chico ligón, ni presumido, ni siquiera un fanfarrón, al contrario, le costaba mucho, pero no demasiado, acercarse a las chicas, pero sabía perfectamente mantener una conversación con cualquiera de ellas. Era un chico culto, había estudiado en Yale, recibiendo desde pequeño la mejor formación para encargarse de la empresa familiar, pero, en el último momento, decidió que ese juego al que jugaba cuando era pequeño, ese juego de hacerse pasar por militares con cascos y con pistolas de agua escondiéndose tras los arbustos, en el último momento, Roger Williams había decidido que ese juego fuese real, en el último momento, había cambiado su vida. La diferencia es que ahora las armas no eran de agua, ahora el sudor era el mismo, las manchas de barro permanecían y se añadían algunas de sangre, suyas propias y de la de compañeros.
Cuando Roger entró por la puerta supuso que el capitán quería felicitarle por su gran entrenamiento, había superado todas las pruebas de nuevo, pero esta vez había mejorado los tiempos. El capitán estaba sentado, tocando y jugueteando con una pequeña caja de puros, se incorporó, le sonrío al entrar y luego dijo en tono serio:
-Soldado.
-Sí, capitán.
-¿Es qué estas esperando a que sea ella quien te bese?
Roger, sorprendido, esperando su felicitación, dudó cuál era la razón por la que se encontraba en ese despacho.
-No, capitán.
-¿Entonces?
-No lo sé, capitán.
-Responda a mi pregunta.
-No sé que debo hacer señor, lo único que creo es que los soldados no debemos enamorarnos.
-Dime por qué, chico.
No era la primera vez que el capitán le llamaba chico, pero si hizo que Roger se sintiese más seguro y la distancias capitán-soldado se acortaron.
-Porque morimos en la batalla.
-Te diré, soldado, que es lo único que yo creo, creo que todos morimos, la diferencia no es donde lo hacemos, la diferencia es como lo hacemos, al fin y al cabo, la batalla más grande y más bonita es la vida, todos somos soldados.
-Menos usted capitán.
-¿Por qué dices eso?
-Porque usted conoce la batalla.
-Nadie, chico, nadie puede conocerla.
-Conoce el campo, el terreno.
-Lo único que conozco es mi nombre y que estoy aquí porque quiero estar aquí y, eso es suficiente para empezar la batalla. Así que soldado, enamorese en la batalla, ría en la batalla, porque en la batalla no se pierde nada, se gana mucho, se aprende mucho y nunca sabes cuando va a terminar.
-¿Es una orden?
-Es una orden.
-Sí-se encogió de hombros-capitán.
-¿Qué hace aún parado?¿Es qué no me ha oído? ¡Corra tras la chica!Esa chica es el porqué de su batalla, soldado, corra antes de que sea otro quien la bese, porque puede que ahora eso le de igual, pero cuando lo vea, cuando haya ocurrido, en ese momento te darás cuenta chico, de que la quieres, te faltará el aliento y sólo te parecerá escuchar tus latidos. Corre antes de perderla soldado.

Ambos sabían que esa chica era especial, pero sólo el capitán sabía que Roger también era especial. Más que el capitán, hablaba la experiencia, porque él tenía un máster por haber dejado que todas las mujeres importantes en su vida se escapasen.
Apenas había pronunciado el capitán Smith las últimas palabras y Roger salió corriendo. Él siempre había pensado que si era soldado debía rechazar el amor para no hacer sufrir a quienes ama, porque podría sentir dolor, podrían dispararle diez balas en el pecho, podrían torturarle hasta su última calada de aire, pero la única manera de hacerle daño era con el sufrimiento de aquellos a los que amaba, al fin y al cabo era una forma de defenderse a si mismo. Ahora ella era su dolor, sus cicatrices, ahora ella era la persona a la que amaba, a la que entregaría esa última calada de aire. Todo esto era lo que él pensaba mientras corría, cuando la vio, dejo de pensar, dejo de correr, paró, para después caminar lentamente hacia ella y como siempre era ella la que daba el primer paso.

-Quiero una respuesta soldado, y la quiero ya.
-Siempre tomando la iniciativa.
-Me gusta más ser la primera en atacar.
-Para pillarles por sorpresa.
-Para pillarte por sorpresa.
-Esta vez tengo la sensación de que vas a ser tú la que te vas a sorprender.
-¿Por qué tengo la sensación de que te equivocas?
-Porque te quiero.
-Tienes razón, eso no me lo esperaba soldado.
Ese fue justo el momento en el que la besó.
-Me encanta cuando me llamas soldado.
-Y a mi me encanta cuando eres tú quien me sorprende.

jueves, 15 de marzo de 2012

Michael Kells

Nací el 24 de agosto de 1954 en Eastbourne, a 85 minutos de Londres, Inglaterra. Hoy hace 17 años que estoy en la carcel, en la misma celda donde cada día me despierto. Me gustaría abrir los ojos y amanecer junto a mi mujer, darla un beso y preparar el desayuno a Hanna y a George, mis hijos, pero no es así, y ya no puede volver a ser así.
El 10 de enero de 1971 una banda armada entró en mi casa mientras yo trabajaba y les secuestró, al día siguiente, cuando me di cuenta de que no estaban en casa y tras recibir el mensaje de la policía decidí buscarles. Tardé semanas en descubrir que la banda armada que entró en mi casa pertenecía a una pequeña mafía, y meses en encontrar a mi hijo menor, George. A partir de ese momento fue más fácil dar con mi mujer y con mi hija, que llevaban desde el día del secuestro viviendo en oscuridad, con la diferencia de que mi mujer no volvería a ver la luz.
Hoy esos 17 años de espera han terminado, me enfrento a pena de muerte por matar a siete miembros de la mafia que mató a mi mujer y secuestró a mis hijos. A las 00:00 de el día de hoy, me inyectarán tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio, lo que me provocará un paro cardiaco y mi corazón nunca más volverá a latir.
Mis hijos viven con mi hermano y su mujer, y el resto de la mafia, bueno, digamos que el resto de la mafia entró en la misma cárcel que yo, el patio y los pasillos pueden ser muy peligrosos.
De lo único que me arrepiento es de no haberme cogido el 10 de enero de 1971 como día libre, y por el resto, por ese maldito resro voy a pagar dentro de cuatro horas, treinta y dos minutos y cuarenta y seis segundos. Mi nombre es Michael Kells y no pienso morir esta noche.

viernes, 9 de marzo de 2012

Noches de hotel

Jorge despertó en la habitación 132 del hotel, despertó en esa habitación donde había ocurrido todo, acariciando lentamente las sábanas recordó cada minuto con esa chica, ni siquiera sabía su nombre, pero en ese momento sólo quería encontrarla. Nunca había tenido esa sensación de echar de menos a alguien, de querer estar a su lado sin pensar en nada más, ese agobio por no saber nada de ella, por querer abrazarla no sólo una noche, sino cada noche.Se levantó, se vistió y salió de esa habitación esperanzado, deseaba que ella todavía estuviese desayunando en el comedor, claro que prefería haber desayunado miradas con ella en la cama. El ascensor le parecía más lento que nunca y decidió bajar por las escaleras. Cada vez que dejaba un escalón atrás más ganas tenía de volver a verla, no quería olvidar nunca el color de sus ojos, y los suyos recorrieron cada una de las mesas buscando su sonrisa. Ella estaba de espaldas, pero el recordaba perfectamente su pelo y su preciosa espalda. Se sentó el la mesa con ella.

-Tenemos que hablar- dijo Jorge en un tono suave, casi tanto como un susurro.

-Esa frase nunca ha sido una de mis favoritas-respondió ella tratando de simular que él no le importaba.

-Entonces-hizo una pausa-necesito comentarte una cosa.

-Vamos de mal en peor.

-Espero impaciente el momento de hablar contigo.

-¿Tanta prisa tienes por olvidarme?

-Cuento los segundos que quedan para estar junto a ti y decirte que te quiero, que jamás te olvidaría.

-Demasiado cursi-la voz la temblaba, no esperaba esa respuesta, esperaba un "lo que paso anoche queda olvidado" y simplemente trato de responder lo más rápido posible.

-Pues tengo que hablarte de un problema.

-¿Ahora te contradices?

Ella seguía con su tono de voz irónico y mirada al frente, él, paciente, trataba de no parecer demasiado sensible pero quería soltar de golpe todo lo que sentía.

-¿Contradecirme?

-¿Cúal es el problema?

-El problema es que te quiero.

-¿Y ese es un problema?

-¡Claro que lo es!-Jorge miró al techo.

-Eso no es un problema,

-Te dije que no quería enamorarme.

-Y yo te dije que no lo hicieras.

-¿Por qué?

-Porque duele.

-¿Es que tú quieres a otro?

-Desde que abandoné tu cama te quiero a ti.

-No tenías por qué haberlo hecho.

-Sólo ha sido una noche.

-Las mejores horas de mi vida.

-¿Qué tiene de diferente esa noche al resto?-por una vez parecía que de verdad eso le importaba.

-No lo sé, eras un chica como cualquier otra, pero cuando acariciaste mi piel te convertiste en la única chica que deseaba que me abrazase, que me besase. Has sido la única chica que he deseado que este a mi lado al despertar.

-Y lo haré todos los días que tú quieras.

-Demasiado cursi.

-Demasiado rencoroso.

-Hazlo siempre, cada mañana.

Por primera vez en la vida de ambos el silencio no era incómodo.

-No estoy acostumbrado a relaciones.

-Sólo tienes que acostumbrarte a mi.

-Tú no eres una costumbre, eres la razón.

-¿Razón de que?

-La razón por la que acostumbrarme a una relación.

-Entonces supongo que ya no soy tú amor de una noche.

-No, tú eres el amor de una vida, de mi vida. Noches hay muchas, vida, sólo una, y si tú te quedas cada una de esas noches que componen mi vida durmiendo junto a mi no necesito nada más.

-¿Y la comida?

-Tus labios.

-Pero tendrás sed.

-Tengo tu saliva.

-Sólo eso.

-Ya te lo he dicho, no necesito nada más.

-¿Nada más?

-No, nada más.

sábado, 3 de marzo de 2012

Personas

Si hay dos cosas que tengo claras es que ni el tiempo es capaz de hacerte olvidar, ni las palabras son capaces se sustituir los sentimientos. Jamás podremos llegar a expresar todo lo que sentimos y jamás podremos volver a sentir lo mismo, de la misma manera, dos veces.
Cada persona corresponde a un sentimiento, cada sentimiento es diferente y cada vida es única, y de estas, sólo hay una.
Dicen que todo es más bello porque hay un final, yo creo que todo es más bello porque somos capaces de sentir, todo es más bello porque lo hacemos en compañia, porque a lo largo de nuestra vida conoceremos a personas a las que podremos abrazar, personas en cuyo hombro podremos apoyarnos para llorar, personas que no dudarán en darnoslo todo y, personas que haran lo imposible por quitarnoslo. Porque hay personas que van a estar a nuestro lado, personas que se separaran de nosotros, que se irán y sobre todo personas por las que seríamos capaces de dar lo más preciado que tenemos, nuestra vida, personas que sin saber por qué, pasan a ser lo más importante para nosotros y, aunque nunca encontremos la explicación a esos sentimientos, no nos importará, porque sabemos, que la vida no sería lo que es sin ellos y mucho menos tendría el mismo valor.
Foto: Jorge Jere

jueves, 23 de febrero de 2012

PROBLEMAS II


Los problemas son como una especie de nudos en la cuerda de nuestra vida, podemos pasar el nudo y continuar, pero si volvemos a pasar por ese mismo camino, tropezaremos con el nudo y crearemos uno más grade. Por eso es importante deshacer el nudo y no conformarse con haberle pasado.
No basta con librarse del problema o esquivarle, has de tratar solucionarles.

PROBLEMAS I


Había sido una larga noche, la música seguía sonando en los pubs y discotecas, y las luces de colores  no dejaban de parpadear. Elisa salió de uno de los locales para fumar un cigarrillo, justo cuando cerró la puerta recordó haberse dejado el bolso en el guardarropa, “mierda” dijo mientras se daba la vuelta para volver a entrar, fue entonces cuando vio a Lucía, al pie de las escaleras de un portal.
Hacía frío y Elisa no tenía chaqueta, pero frotándose los brazos caminó hacia Lucía.

-¿Tienes un cigarrillo?

Apenas pudo pronunciar un sí, entonces Lucía secándose las lágrimas rápidamente con las mangas de su camisa asintió y comenzó a rebuscar la cajetilla en su bolso, sacó un cigarrillo con sus manos temblorosas y tras dársele a Elisa volvió a rebuscar en su bolso, esta vez un mechero pero antes de que pudiese encontrarle Elisa dijo:

-Hoy llevas una camisa preciosa.

Lucía, sonriendo, la dio el mechero. Elisa prendió el cigarrillo y se sentó a su lado.

-No me apetece hablar, espero que lo entiendas.

-No necesito que me cuentes la razón por la que lloras para darte mi hombro, tampoco te voy a pedir que sonrías en este momento porque sé que es difícil, y mucho menos te voy a decir que problemas tenemos todos, porque cada problema es diferente, y cada persona lo afronta a su manera. Pero si te voy a pedir que vayas a casa, yo te acompaño, si quieres me quedo a dormir, pero aquí vas a cogerte un buen catarro, necesitas llorar hasta no poder derramar ni una sola lágrima más, soltarlo todo, y que mejor sitio que una cama. Mañana despertarás y puede que el problema no se haya ido, pero te sentirás mejor y podrás tratar de solucionar lo que sea que pase. Y también te voy a pedir que si no has dejado durante toda tu vida que los problemas te hundan o te hagan infeliz, que te quiten tu sonrisa, no lo hagas ahora, porque los problemas no son nada comparado con lo que eres tú, eres más fuerte que ellos, y nada te va a arrebatar tu felicidad, porque nada puede hacerlo.

Ambas permanecieron en un largo silencio hasta que Lucía abrazó fuertemente a Elisa.

-Sí, por favor, acompáñame a casa. Creo que eres la única que lo comprendería todo, te necesito a mi lado.

Elisa tiró el cigarrillo al suelo y le apagó con la planta de su zapato, luego, cogiendo a su amiga de la mano la acompañó hasta su casa, olvidando intencionadamente recoger sus cosas del guardarropa del pub y se quedó al lado de Lucía todo lo que quedaba de noche.

Puede que Elisa no supiese lo que la ocurría a Lucía, pero la daba igual, no necesitaba una escusa para apoyar a su amiga, la daba igual lo que ocurriese, ella iba a estar a su lado, porque hay veces en las que sobran las palabras y una simple mirada es capaz de decírnoslo todo.