Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

martes, 24 de julio de 2012

Cuando ella le dejó

Marco era un chico de mirada profunda y voz tranquila, se le podía definir como un chico callado, pero aquel día todo era diferente, quería decir tanto pero apenas podía hablar. Ella ya no le quería y ambos se retiraron de intentar lo imposible.
Ya habían pasado muchos días, pero no tanto como los que llevaban saliendo y según la regla de su amigo David, para olvidar algo tiene que pasar el mismo tiempo que estuvo con ese algo...así que, hasta que no pasasen los nueve meses que habían estado juntos, Marco no la olvidaría por completo...pero teniendo en cuenta que David siempre proponía esa regla para todo (las chicas, la play, el tabaco, manías y costumbres...) cada vez era menos posible que alguien se fiara de ello.

-Dicen que si duele todavía te importa -dijo David.
-Entonces me inyectaré morfina para olvidarla.
-La morfina calma el dolor pero el problema sigue existiendo...ojalá supiese cómo dejar de querer a alguien para decírtelo.
-Sabes que me basta con que me escuches -le hubiese gustado saber cómo dejar de querer a alguien pero necesitaba que su amigo supiera que su apoyo era de lo más grande.
-Cierra los ojos -dijo David, tratando de ayudarle-¿Qué ves?
-A ella.
-Pues haz todo lo posible por verte a ti, borra todos sus mensajes, deja de sonreír cuando veas sus fotos, haz que sea una chica más y no la chica que ocupa tu corazón, pero no te olvides que una vez le ocupó...y que puede volver a hacerlo.

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