Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

jueves, 26 de abril de 2012

Pedazos de cristal

Y allí se postraban los pequeños trozos de cristal, al lado de la lámpara que ya nunca volvería a dar luz, allí estaban, transparentes como el agua, afilados como una hoja de papel,tan simples y cortantes, brillantes como cualquier diamante. Pocos recuerdan vagamente aquel día en que esa luz se apagó, se golpeó contra el suelo rompiéndose en mil pedazos y así dando final a la historia que comenzó de la misma manera en la que terminó, con diminutos pedazos de cristal sobre el suelo.

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