Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

jueves, 26 de abril de 2012

Tres minutos y veinticuatro segundos

Simplemente le vio y corrió hacia él, tardaron menos de un minuto en hablar, pero él, tardaría mucho más en olvidar sus palabras. Él fue el que dio el primer paso en la relación, pero también fue el que la finalizó, le preocupaba que ella estuviese mal, y ella, lo sabía. Difícil, era muy difícil, por ello, decidió correr hasta él.

-Hola..no te voy a molestar demasiado, es más, casi prefiero pasar el menor tiempo posible contigo, porque todo será más fácil. Sólo hizo falta una canción para enamorame de ti, exactamente tres minutos y veinticuatro segundos... entonces me pregunté cuántas canciones eran necesarias para olvidarte, y poco más tarde me dí cuenta de que cada canción me recordaba a ti y, así no se puede olvidar. Pero sé que voy a hacerlo- respiró profundamente mostrando gran optimismo- sé que voy a olvidarte, antes o después, pero lo haré, no temas, yo voy a estar bien. Estoy segura de que en un futuro volveremos a ser dos desconocidos.

Y sin decir nada más y con una sonrisa sincera se fue, se volvió varias veces sin perder la sonrisa y él, inmóvil, sin apenas haber balbuceado palabra alguna no pudo evitar sonreirla y pensar que no era ella quién le había perdido a él, sino era él quien la había perdido a ella.

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