Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

sábado, 13 de abril de 2013

Como el eco en el vacío.

Hay veces que te sientes débil, como una gota de rocío que resbala por las hojas de los árboles y cae al suelo, como una hoja de papel viejo, arrugado, como una chispa a punto de apagarse cuando recuerda que antes fue un gran fuego, como un naufrago en mitad del océano o como un reloj cuyo segundero se detiene poco a poco.
Débil como la voz de un niño, como una bombilla que parpadea hasta fundirse, o como una semilla que no florece porque las raíces de un gran árbol se lo impiden. Hay veces que te sientes débil y otras en las que te sientes nada, como el eco en el vacío.

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