Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma. La vida es tan bella como un eterno atardecer.
lunes, 1 de abril de 2013
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Las peores batallas son para los mejores guerreros.
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