Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

viernes, 27 de enero de 2012

El desconocido.

 Apenas le conocía de vista, jamás habíamos hablado, simplemente jugabamos con las miradas cada tarde.
Simplemente yo me moría cada día por verle, pasaba por esa calle a la misma hora cada día sólo para cruzarme con él.
Pero el día en qué todo comenzó, él se acercó y me dijo:
-¿Me perdonas por robarte un beso?
Yo, sin poder evitar sonreír, trate de contestarle:
-¿Pero de que beso me estas habl...

No hay comentarios:

Publicar un comentario