Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

sábado, 3 de diciembre de 2011

YOU

Puede que nuestras vidas sean historias sin terminar, como una película en la cual el guión depende de otra persona, una persona a la que somo capeces de amar más que nuestra vida.
Esa persona que con sólo mirarnos nos corta la respiración, que mataríamos porque pronunciase con sus labios nuestro nombre. Esa persona que puede robarnos todo lo que tenemos, que puede quitarnos la sonrisa, que puede apartarnos de nuestro propio corazón y que puede romperle en pedazos como si se tratase de un débil cristal.

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