Creo que nos han dado un capricho, el capricho de vivir, de saborear nuestra vida, nuestra historia, emociones, días, horas, minutos e incluso segundos, de ser libres, de vivir sin ataduras, de dejar que la brisa endulce nuestra alma.
La vida es tan bella como un eterno atardecer.

martes, 17 de diciembre de 2013

Hoja arrugada número 32

Cuando dibujo, cuando escribo algún texto o una canción...si creo que me está saliendo mal, si no me convence, es fácil, porque sólo tengo que arrancar la hoja, arrugarla y volver a empezar, pero,  ¿y en la vida?
No podemos realizar primero un boceto a lápiz y luego borrarlo mil veces hasta que creamos que está bien, no podemos tachar, no podemos arrugar la hoja y coger otra nueva, todo queda escrito, todo lo que hacemos nos marca, incluso cada paso que damos y los que no damos, cada vez que cogemos aire y lo soltamos, todo queda escrito en nosotros, no podemos cambiar nada de lo que hacemos, ya está ahí.
Ahora escribo la hoja arrugada número 32, quizá algún día compondré una canción sobre esta hoja de papel, llena de tachones, pero en la que he escrito tanto...sin embargo hoy también he escrito un día arrugado en mí, un día que no puedo borrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario